Normas para cuidar a niños con parálisis cerebral infantil

El apoyo al desarrollo de los niños con parálisis cerebral infantil no debería limitarse a la consulta del fisioterapeuta.Si aplicamos ciertas recomendaciones para la vida cotidiana, podemos dar continuidad al proceso terapéutico y consolidar los logros del niño.Un ejemplo de esas medidas es el cuidado del niño.

A la hora de vestirlo y desvestirlo, es fundamental darle vueltas. Esa rotación que los padres introducen durante el cuidado involucra tanto a los músculos extensores y flexores del tronco como a las extremidades, lo que hace que el niño no tenga el tiempo suficiente para presentar la reacción de erguimiento de todo el cuerpo que sí presenta cuando le intentamos quitar los pantalones o la camiseta mientras está tumbado. Así pues, es recomendable dar la vuelta al niño y ponerle de costado para quitarle o ponerle la ropa.

En los casos de hemiplejía, es fundamental comenzar por el lado afectado a la hora de vestirlos, mientras que para desvestirlos se recomienda empezar por el lado menos afectado.En los bebés, sobre todo si presentan trastornos del desarrollo, debemos garantizar que al vestir y desvestir la parte inferior (extremidad inferior apoyada) haya un mayor componente de extensión, mientras que en la parte superior deberá haber más flexión.Esto se logra colocando la mano entre las extremidades inferiores del niño: el pulgar del padre o madre debe encontrarse bajo el muslo del bebé y el meñique sobre el muslo de la otra pierna. El pulgar estimula la flexión de una pierna, mientras que el meñique endereza delicadamente la otra. La otra mano del padre o la madre debe encontrarse detrás de la cadera del niño para ayudarle ligeramente a girar hacia el costado.

Cuando el bebé ya esté tumbado de costado, se le puede quitar o poner la manga o pernera. Al vestir o desvestir la parte superior, debemos garantizar que el codo se acerque al tronco del niño para que su hombro se encuentre en posición recta. Al meter la manga, se recomienda sujetar la extremidad superior por el lado dorsal, donde predominan los músculos responsables del estiramiento de la muñeca. Nuestro objetivo es no permitir reacciones reflejas de agarre en los niños que las tengan activas.

Además de las rotaciones, es importante que la cabeza del niño se encuentre un poco más alta que el resto del cuerpo.Para los niños pequeños se recomienda algun apoyo que se deben colocar bajo la cabeza del niño y bajo la cintura escapular (bajo la espina escapular).En los niños más mayores es más beneficioso colocar al niño en una posición más alta, por ejemplo sentados.

En el caso de los niños mayores, también es posible estimular los músculos rotadores del tronco en posición sentada. Al poner las mangas, se recomienda estirar la articulación superior a la altura del codo y colocarla a una mínima rotación externa.Al igual que con los niños pequeños, si sujetamos el brazo por la parte externa (del lado de los músculos extensores de la extremidad) evitamos la reacción refleja de agarre con la mano. Es fundamental que los movimientos de la madre o del padre no sean bruscos, pero tampoco apáticos o demasiado lentos. Al poner o quitar ropa de las extremidades inferiores, estas no se deben estirar del todo, ya que esto puede intensificar los reflejos de flexión cruzada y la flexión plantar en el tobillo.

Además, la rotación en la parte exterior de la cadera favorece la distribución de la tensión muscular. En caso de vestir al niño sentado, debemos garantizar que mantenga una posición estable y que apoye los pies en el suelo.Si el niño no está sentado él solo y se le viste en las rodillas del padre o de la madre o en el suelo, el progenitor debe colocarse detrás del niño.Si el niño controla su tronco y es capaz de mantener una posición sentada por sí mismo, el cuidador del niño debe ayudarle a vestirse a su lado o delante de él.Es importante que la ropa de los niños con parálisis cerebral infantil se caracterice por unas mangas y perneras anchas y un cuello ancho. Además, se recomiendan medias o calcetines relativamente sueltos para que vestirles sea más fácil y para no provocar reacciones reflejas plantares.

Antes de ponerles los zapatos, es recomendable golpear delicadamente una superficie dura con el talón, sujetando el pie por la zona dorsal para relajarlo.Si el niño sabe ponerse los zapatos por sí mismo, se recomienda que coloque su pie encima de la rodilla contraria para conseguir una rotación externa.El zapato debe sujetarse por la suela.La otra mano del niño debe estabilizar el pie colocado en la rodilla. Esto se puede realizar incluso con una mano que tenga espasticidad.Poner un zapato en un pie sin flexión plantar –debido a que la pierna está colocada en rotación externa y doblada– debería ser más sencillo que ponerlo en una extremidad extendida, con hipertonía y con una actividad refleja muy marcada.

El sueño es importantísimo, sobre todo para los niños.La melatonina, una hormona que se produce con el cambio de luz diurna a la nocturna, es de gran importancia en los procesos del sueño.Sin embargo, los niños con parálisis cerebral suelen sufrir de trastornos visuales, lo que puede provocar asimismo un trastorno en la producción de melatonina.Por eso es fundamental que haya actividades o rituales regulares que informen al niño de que se acerca la hora de dormir.Por ejemplo, llevar al niño a la cuna y abrazarlo a su peluche favorito o leerle un cuento.Se deben evitar situaciones en las que el niño se duerma en los brazos de los padres, ya que puede ser muy problemático, sobre todo con los niños más grandes y pesados.Un problema común en los niños con daños en el sistema nervioso central es la asimetría.La asimetría provoca repercusiones como que se sobrecargue una parte del cuerpo, lo cual a su vez puede provocar trastornos estructurales. En el caso de los bebés, pueden darse deformaciones posturales del cráneo o de la columna. En los niños mayores, la asimetría puede provocar problemas de cadera, sobre todo teniendo en cuenta que los niños con PC suelen hacer movimientos involuntarios no fisiológicos que además suelen ser bruscos y antinaturales para las articulaciones.Por lo tanto, es importante intentar colocar al niño simétricamente.Podemos usar almohadas en forma de triángulo y hechas de material blando (pero no demasiado blando) para así estabilizar la cabeza en una posición simétrica y adecuada.Las articulaciones, sobre todo las de las extremidades inferiores, también deben asegurarse para evitar rotaciones internas y movimientos bruscos.Se recomienda usar cojines que permitan colocar las extremidades en una posición óptima para evitar que se consoliden las deformaciones articulares.También es importante colocar la cuna o la cama de manera que permita a los padres acercarse al niño desde ambos lados. Así evitamos los patrones asimétricos que se provocan cuando el niño dirige la mirada, y junto con ella su cuerpo, hacia uno de los lados.

En cuanto a los problemas del aparato digestivo, como el reflujo, los niños con parálisis cerebral infantil no deben comer por la noche o ingerir alimentos o bebidas lácteas antes de dormir, ya que pueden intensificar sus dolencias.

El baño puede ser una oportunidad de pasar un rato agradable con el niño.Usar esponjas de distintas formas y texturas puede proporcionar al niño experiencias sensoriales interesantes, tanto visuales como táctiles.Además, se pueden meter juguetes flotantes ligeros en la bañera que se puedan mover soplando, lo que supone un buen ejercicio de respiración para el niño.Desde el punto de vista de la seguridad, es fundamental colocar una alfombrilla antideslizante en la bañera o usar sillas especiales para garantizar que el niño se encuentre en una postura estable. Además, estas sillas permiten que los niños (especialmente los mayores) se limpien de manera independiente.A pesar del apoyo conseguido con las sillas u otros objetos, a veces el niño se tensa, lo que impide limpiarlo de manera eficiente.En esos casos, se recomienda lavar al niño con una esponja en las rodillas de la madre o del padre –cubiertas con toallas– o sosteniendo al niño en posición horizontal cabeza abajo.Así resulta fácil lavar la espalda y las extremidades del niño sin activar reacciones de extensión bruscas.Asimismo, es fundamental meter y sacar al niño de la bañera usando patrones de flexión, es decir, sosteniendo el cuerpo del niño con la mayor flexión de la cadera posible y manteniendo sus extremidades cerca de sí.También es importante colocar la bañera a un nivel que ayude a los padres a lavar al niño y que no requiera una posición forzada que cargue la columna.

Sostener a los niños con parálisis cerebral de manera correcta es importante para consolidar la distribución adecuada de la tensión muscular y los patrones deseados.

Se recomienda prestar atención a la disposición de hombros y caderas, articulaciones que –sobre todo en los niños pequeños– deben mantenerse dobladas, con una pequeña separación y con rotación exterior.Además, es muy importante que la cabeza se encuentre en una posición adecuada.Otra regla general es proporcionar una pequeña rotación del tronco para impedir que el niño presente reacciones de extensión o flexión bruscas.

Paweł Zawitkowski, terapeuta que trabaja de acuerdo con el concepto Bobath, recomienda la primera forma de sujeción –sobre todo el niños pequeños o con reacciones de extensión muy fuertes–, la posición "habichuela".El tronco del niño se apoya parcialmente en el abdomen y el antebrazo del padre, y su cabeza en la fosa del codo del mismo brazo.La otra mano sostiene la cadera y las rodillas del niño flexionadas y con una ligera separación.Se recomienda sujetar a los niños muy pequeños y torpes en posición horizontal.Los niños más mayores y con un mejor control del cuerpo se pueden sujetar de manera más vertical.

Otra forma de sostener a niños pequeños, y sobre todo a niños con tensión muscular variable con espasticidad predominante, es lo que se conoce como "sillita".El niño apoya el tronco en el tórax del padre o la madre, quien deberá inclinarse más hacia atrás cuanto menor sea el control de la cabeza del niño.Las extremidades inferiores del niño se deben sujetar por debajo de los muslos, garantizando su flexión, separación y una ligera rotación exterior de la cadera.Es importante que el niño tenga la cabeza colocada de manera segura y simétrica; puede apoyarla en el tronco de los padres o de la manera que él mismo desee.

Por otra parte, es fundamental que el niño tenga su cuerpo en posición más vertical, sobre todo cuando se le da de comer.Por ejemplo, se puede colocar al niño en el brazo del padre o la madre de cara a ellos, con sus extremidades superiores apoyadas en su hombro y sus antebrazos colocados libremente por su espalda.Otro método utilizado en niños que presentan una predominancia de reacciones de flexión es colocar las manos de la madre o del padre entre las extremidades inferiores del niño y apoyar su tórax en el antebrazo del progenitor.La mano del padre o la madre debe situarse bien abierta bajo los omóplatos.

Si el niño es mayor y controla la posición de su cabeza, los padres pueden sujetarlo alternativamente por cada cadera, sujetando la pelvis del niño de manera que la cadera que repose sobre el abdomen de la madre o del padre se encuentre más doblado, mientras que la otra cadera y la extremidad inferior deben presentar una mayor extensión.Cambiar de lado es importante tanto para los padres como para el niño, ya que así se fomenta la rotación variable del tronco y d las extremidades del niño y no se sobrecargan las caderas de los padres.

Además de la manera de sostenerlo, debemos prestar atención a cómo se alza al niño.Si el niño no es capaz de sujetar su cabeza, antes de alzarlo debemos darle la vuelta hacia el costado de manera que su cabeza descanse sobre la mano del padre, el tronco se apoye en su antebrazo y las extremidades inferiores se puedan mover con libertad una vez la pelvis se encuentre apoyada sobre el brazo del progenitor.La otra mano debe sujetar la cabeza del niño por el otro lado.Así pues, debemos levantar al niño en posición tumbada lateral sobre el antebrazo.Cuando el niño apoye la cabeza de manera estable en la mano de los padres, estos pueden colocarla en la fosa del codo y sujetar su cadera con la otra mano.Esa manera de sujetar al niño recuerda a una "habichuela".

Existe otra forma de levantar al niño indicada para aquellos que controlen la cabeza.Consiste en colocar la mano en el lateral del abdomen del niño. Después, se presiona con delicadeza el costado del niño, dirigiendo la presión hacia la axila del niño.La otra mano se coloca en el hombro del lado contrario.Esto dirige una pequeña presión hacia la cadera opuesta del niño.Esa ligera presión dura hasta que el niño levante la cabeza,señal de que en ese momento podemos levantar al niño y apoyar su tronco en el nuestro, como en la posición de "sillita".

Además de levantar, sentar y vestir al niño correctamente, no nos olvidemos de que el objetivo principal de todas las acciones terapéuticas es incrementar la independencia del niño.Por eso los niños deben tener tiempo para realizar sus propias actividades –también espontánea– durante el día, para así aumentar su sensación de habilidad.Si el niño pasa bastante tiempo en el suelo, tendrá la oportunidad de desarrollar sus propias actividades.

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